miércoles, 24 de marzo de 2010

HURRA, VIVA Y BRAVO… A CASITA “A PELARLA”… BRINDEMOS!!



Esta señora que veis en la foto, supongo que poco conocida especialmente para los no-andaluces, es la “compañera” onubense CINTA CASTILLO, desde ayer oficialmente EX-CONSEJERA DE MEDIO AMBIENTE de la Junta de Andalucía. Este es un cargo que, gracias a la providencia divina o profana, al fin ha dejado de ocupar; aunque en el “reto” personal que sigue manteniendo con las “compañeras” Bibiana Aído y Leire Pajín por hacerse con el título de “Pelo sucio y marrano Anti-Pantene” no habrá dios ni sindiós que le obligue a retirarse…

Efectivamente, el Presidente de la Junta y nuevo Secretario General del PSOE-Andalucía, PEPE GRIÑÁN decidió sabiamente anteayer prescindir de cinco consejeros y consejeras del anterior ejecutivo, entre ellas la susodicha Cinta.

Sin más, este post viene a significar una CELEBRACIÓN y una profunda manifestación de GOZO Y ALBOROZO personales (mías, vaya) por la decisión del Presidente. Y es que, saliéndome un poco de la norma autoimpuesta de no politizar la bitácora, este cese (que no dimisión, que hubiera sido hace tiempo lo más honroso) viene a devolvernos un poco la fe y el ánimo a todos y todas aquellos y aquellas que nos dedicamos profesionalmente a esto de las cosas del entorno y el desarrollo sostenible. Me explico:

Hace sólo un par de años, cuando la buena de Fuensanta Coves abandonó su responsabilidad al frente de Medio Ambiente y pasó a presidir el Parlamento Andaluz, y el bueno de Juan Espadas abandonó a su vez su cargo en la Dirección General de Prevención y Calidad Ambiental para ocupar una consejería, el programa “CIUDAD 21” de la Junta ocupaba un puesto puntero a nivel nacional y europeo entre las iniciativas oficiales para desarrollar las Agendas 21 Locales e impulsar y fomentar políticas sostenibles y transversales de Medio Ambiente. Los Ayuntamientos estaban motivados, y las Consultoras Ambientales (he pasado por los dos sitios, sé de lo que hablo) con multitud de encargos y creciendo y mejorando. Entonces llegó “PeloMarranoCastillo” como elefante en cacharrería y lo paralizó TODO. Con chulería, con soberbia, con intransigencia, respondiendo a vete tú a saber qué intereses o motivaciones… Desagradable en el trato, hosca (puedo dar fe, además), prepotente y maleducada…

Las Órdenes de subvención tardaban en publicarse, en tramitarse y mucho más en resolverse, apareciendo además criterios muy “extraños” de concesión. Surrealismos como atreverse a “prohibir” a determinados consistorios que pidieran determinados proyectos, el “ordeno y mando” de cara a la contratación de los proyectos, las cantidades injustificablemente altas o escandalosamente bajas… en fin, mimbres que elaboraron un cesto amorfo e inútil: EGMASA, la empresa pública autonómica, desmembrada y a punto de extinguirse, los ayuntamientos y entes locales abandonando sus Agendas Locales o adelgazando sus políticas ambientales forzosamente… y, sobre todo, los consultores ambientales, AL PUTO PARO. No exagero (me niego a admitirlo) cuando afirmo tajantemente que esta señora es responsable de gran parte del porcentaje de profesionales andaluces y andaluzas del Medio Ambiente que nos encontramos hoy cobrando una exigua prestación por desempleo (bueno, eso yo que tengo esa suerte… hay quien ni eso…).

Por eso, “compañera” Cinta: ME ALEGRO, y sé que no soy el único… Te buscarán un carguito, claro, me imagino. Tú eres inteligente, eso nadie lo ha negado, y habrás sabido negociar el armisticio a tu favor… pero lo que no vas a comprar ni a ganarte es nuestro respeto, ni a conseguir enterrar en el olvido la más oscura etapa de la gestión de la Consejería Andaluza de Medio Ambiente. SUERTE y ánimos a J.J. Díaz Trillo, el nuevo consejero responsable.

Brindo, como ya he dicho, por la decisión (gracias, Pepe), y muestro otras reacciones curiosas a la noticia de esta necesaria destitución:

Jóvenes empresarios ambientalistas japoneses recibiendo la noticia por e-mail:




Walter y Mary Jane, de Wisconsin, también celebran la actitud del Presidente:




Fulgencio Jr. anuncia a su familia, recién congregada, su decisión de estudiar Ciencias Ambientales dentro de 15 años, tras la ilusionante marcha de Cinta: