Want / Javi, Andrés y la CEE / Fiebre musical vs Música febril…
Mi queridísimo y admirado A. Espejo (él lo sabe, no se preocupen) nos regala a sus coleguillas de Facebook una canción y una reflexión… “¿…y todavía nos preguntamos por qué estamos hoy día como estamos? Echadle un ojo a la letra de la canción, que no es precisamente un “estreno”, y ya me contaréis…”.
Pues sí, la verdad es que, quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra, y muchos (muchísimos) habremos agachado las orejas mientras leíamos las letricas amarillas de los subtítulos…
Lo único bueno-menos-malo de todo este embrollo supongo que ya lo sintetizó Cris hace dos semanas en “La Ventana”, y es que, por lo menos, lo que diferencia a esta situación de otras anteriores más recientes es que ahora (al fin) los de arriba también han caído. Aunque claro, hay caídas y “caidones”…
Mientras yo soñaba que era una pieza gigante amarilla de un cubo de Rubick del tamaño de mi salón, que me casaba y me divorciaba de Gabi siete veces en el mismo día, y el termómetro marcaba 39.7, han pasado muchas cosas por ahí fuera… como que ya se ha podido ver a Andrés y Javier juntos y sanos (el pequeño con anemia congénita severa y su hermanito que le ha salvado con su cordón umbilical, en una intervención médica pionera en España y, por supuesto, en Andalucía); y que las palabras textuales del Foro de la Familia han sido: “El fin NUNCA justifica los medios, por muy buenas que sean las intenciones…”. Arguyen que “para que Javi naciera, han tenido que desechar y tirar a la basura otros embriones que también eran hermanos suyos y que tenían el mismo derecho a la vida, aunque vinieran enfermos, como Andrés…”. Me reservo seguir opinando, porque el termómetro todavía está por encima de 37 y tampoco es plan de que reviente. Paralelamente, mis amigüitos de la Conferencia Episcopal se desmarcan con una campaña antiabortista lamentable, comparando la protección hacia una especie como el lince ibérico con la de un bebé humano (ahí me han tocao la fibra… le dediqué un año entero al felino en el último curso de carrera). Os cuelgo las fotos:
Y el tema del jubilado murciano que la emprendió a tiros con una facultativa en un Centro de Salud tampoco tiene desperdicio:
Jove, mi querido Jove, trabajador de este gremio, supongo que tendrá una opinión formada y (en su estilo) muy inteligente sobre el tema… me encantaría conocerla, así que por si me sigue leyendo voy a abrir la ventanilla de los comentarios temporalmente (aunque luego igual me arrepiento). Yo no las tengo todas conmigo, lo admito. Este personal ya me ha salvado la vida una vez, aunque también propició, por una negligencia, que mi anular izquierdo siga roto y con una artritis crónica. Yo tengo un umbral de dolor y de resistencia altísimo, y una paciencia a prueba de bombas, pero… todo el mundo no es igual, eso está claro… Lo que me inquieta es la pregunta que ayer escuchaba en un programa radiofónico: ¿estaremos todos últimamente más pendientes (exclusivamente pendientes) de nuestros DERECHOS (enfermos y personal médico) y olvidándonos casi por completo de nuestras OBLIGACIONES? Aplicándolo a casi todo en la vida, se podría decir que esto engancha con el primer párrafo del post, así que me voy a meter el antibiótico entre pecho y espalda, y algo pasará…
PD: Les recomiendo lo último de “El Columpio Asesino” y de “Alis”, ya a la venta…
1 comentario:
que belleza el poema Parapso..increible...
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