martes, 2 de agosto de 2011



Peter Parker ni pollas…

Me topé, por casualidad y hace no mucho, con una lista de los “doce discos IMPRESCINDIBLES de los ‘90”. Soy receloso con este tipo de listas “fresquitas” y tan típicas en fechas veraniegas; aún así, y por puro aburrimiento la ojeé, también para ver cuántos de esos imprescindibles yo ya tenía en nómina (disco duro o CD original). Además, es mi época, la que viví de forma más intensa (tal y como sólo se puede hacer en plena adolescencia, por supuesto).

Los esperables y algunas ausencias dignas de juzgado de lo penal: entre los primeros, el “Ten” de Pearl Jam, el “Gish” de Smashing Pumpkins o el inevitable “Never Mind” de Nirvana. Entre las segundas, el “OK Computer” de Radiohead (auténtica biblia musical).

Sin embargo, un disco y, especialmente su portada, me llama la atención poderosamente. Cuatro chavales, en blanco y negro, asomando la cabeza de lo que parece ser un lago o un embalse de una cantera… el grupo es SLINT, y el disco se llama “Spiderland”.
Soy curioso por naturaleza, y Google lo pone fácil… Ares también, para descargarlo inmediatamente (aunque al final tuviera que recurrir a Mediafire, por cierto…). Comienzo, antes de escuchar una sola canción, a documentarme sobre el grupo de Kentucky (craso error la mayoría de las veces: suele condicionar la posterior escucha, y casi nunca para mejor; aunque no fue el caso…).
Lo mejorcito, una soberbia reseña en un blog de wordpress que, además, me serviría de introducción a cada uno de los seis cortes del LP.

En ella, se dice algo que es el motivo principal de que yo escriba ahora esto. Reproduzco cuasi-literalmente: “… Slint era el último grupo sobre la faz de la Tierra del que se hubiera esperado, en ese 1991, algo novedoso y realmente interesante… tras un primer disco mediocre, que pasó sin pena ni gloria, cabía imaginar que la banda se disolvería, y que cada uno de sus miembros acabaría dejando los instrumentos para empezar a trabajar a media jornada en cualquier gasolinera…”. Y eso me ha animado, me ha subido la moral, me ha inyectado un veneno y un estímulo desmesurados, me ha ayudado a recordar que, si algo subyace, termina germinando. Tiempo…

“Spiderland” es hoy considerado como el disco precursor del “post-rock”. Ese es, en esencia, el motivo secundario por el que escribo ahora esto, porque sé que hay algunas personas que se dejan llevar por mi humildísimo criterio y por mis propias preferencias para seguir investigando por su cuenta en lo que a música se refiere (gracias; intento mostrar cosas interesantes en la medida que puedo).

SLINT, de hecho, poco tiempo después de ese lanzamiento, no pudo ni supo digerir lo que creó, y terminó disolviéndose, a pesar de que a partir de 2005 volvieron a reunirse para, ocasionalmente (muy ocasionalmente) volver a ofrecer este monstruo musical en minimalistas puestas en escena en las que el profano no sale de su asombro ante el estatismo sobrecogedor de los músicos y la forma de recitar (jamás cantar) de su vocalista, Brian McMahan, o la genialidad de su lead-guitar, David Pajo.

Tras todo este ladrillo ajeno, me pasé el disco a 320 kbps al mp3 y me “calcé” los cascos gordacos (realmente la mejor forma de realizar una primera escucha a cualquier tema, para apreciar los detalles, créanme…). Y entonces entendí el por qué de la inclusión de ese disco, ya no sólo en esa lista (seguramente copieteada de otra con mejor criterio), sino en todas las reseñas, críticas, reportajes o recopilatorios serios de dicha década.

En España, claro, inadvertidos… bendito Internet para algunas cosas, claro, aunque sea 20 años después…

Yo no me atrevo a hacer una valoración con tan sólo una escucha. Tan sólo decir que “Spiderland” me ha impactado (ni para bien ni para mal… me ha impactado, a secas). Y lo mejor y lo más razonable es escucharlo (PINCHANDO AQUÍ para descarga gratuita). De momento, os dejo con “Good Morning, Captain”, el último track que, sin embargo (y coincido con muchas opiniones al respecto) debería ser el primero en escucharse para después regocijarse con el resto (“bedcrumb trail”, “nosferatu man”, “washer”, “don,aman” y “for dinner”…).










Enjoy.