jueves, 4 de agosto de 2011



“Loriga” quien lo diga…

…al final me he alegrado, y mucho, de releer esta novela de Ray Loriga, “TRÍFERO”; sobre todo por disfrutar con estos y otros pasajes:

“Saúl, que la amaba, aquí nadie ha dicho lo contrario, miró a su mujer con cariño mientras untaba, ella, mantequilla y mermelada en las tostadas. Saúl nunca desayunaba, aunque esto no es importante.

-Soy la triste mantequilla- dijo Saúl-, y tú, mi amor, eres la mermelada.
-Te equivocas, cariño- le corrigió ella-. Yo sólo soy el pan, tú eres todo lo demás.

Nada de lo cual debe juzgarse con severidad, ya que el amor le empuja a uno a decir cosas así; y aún peores…”

(varios meses después)…

“Saúl está mirando sus corbatas. El tren va camino de Skagen.
-La azul –dice ella desde la cama.
(…)
Después mira a su mujer y siente que ella también se esfuma. Vuelve la vista a las corbatas.
-La azul –repite ella.
Saúl coge la corbata azul. Guarda las otras en la maleta. No hay posibilidad de error. No hay acierto posible. El peso de los huesos nos arrastra hasta el fondo…”

Y, por último, una excelente reflexión que podría convertirse en un magnífico aforismo:

“…Me agarro como un idiota a la poesía de las POSIBILIDADES, y caigo una y otra vez derrotado por la tiranía de las PROBABILIDADES…”.

Al final voy a tener que admitir que el marido de la Rosenvinge escribe de cojones…

Lectura recomendada.