Curiosidades fisiológicas y concurso-experimento blogosférico...
Del mismo modo que existe, para cada elemento conocido, un “Punto de Ebullición” o un “Punto de Congelación” (por citar algunos), mi cuerpo posee un punto propio, único, exclusivo, llamado el “Punto DON SIMÓN”, que no es otro que aquel a partir del cual las glándulas sudoríparas comienzan a segregar tinto de verano ante la imposibilidad con la que se encuentra el resto del organismo para asimilar más volumen de tal fluido.
Debía yo andar muy cerca de este punto en el “Pantano Rock” de este año cuando me atreví a acercarme a ELLA (oh, sí, lectores y lectoras... a ELLA en persona... sé que es difícil de creer, pero allí estaba...) e implorarle de forma impetuosa que estampara su firma justo debajo de mi pezón izquierdo; algo que logró, no sin dificultaz y porque la tinta del jodido boli “bic” no ayudó mucho.
Para los pocos y pocas asiduos y asiduas a este espacio que queden por ahí: como sé que NI DE COÑA van a adivinar la identidad de ELLA, les propongo un reto... Si este post alcanza los 15 comentarios (eso es casi todavía más improbable), me comprometo en firme a enviar por correo, y de forma gratuita, una maqueta firmada de los wonderfulosos “UBI SUNT” con su tributo acústico (gran rareza mundial) a Radiohead al redactor del, al menos, comentario más surrealista y con la respuesta más descabellada.
¿El experimento? Ah, sí... con esto también me propongo refutar la teoría del tito Furu, que hace pocos meses afirmaba que “la presencia de tetas o glándulas mamarias en la foto que ilustra a una entrada de blog, incrementa exponencialmente su número de visitas y/o comentarios” (lo siento, chacho, no precisaste qué tipo de tetas...).
Ea, a la cama questarde...
Del mismo modo que existe, para cada elemento conocido, un “Punto de Ebullición” o un “Punto de Congelación” (por citar algunos), mi cuerpo posee un punto propio, único, exclusivo, llamado el “Punto DON SIMÓN”, que no es otro que aquel a partir del cual las glándulas sudoríparas comienzan a segregar tinto de verano ante la imposibilidad con la que se encuentra el resto del organismo para asimilar más volumen de tal fluido.
Debía yo andar muy cerca de este punto en el “Pantano Rock” de este año cuando me atreví a acercarme a ELLA (oh, sí, lectores y lectoras... a ELLA en persona... sé que es difícil de creer, pero allí estaba...) e implorarle de forma impetuosa que estampara su firma justo debajo de mi pezón izquierdo; algo que logró, no sin dificultaz y porque la tinta del jodido boli “bic” no ayudó mucho.
Para los pocos y pocas asiduos y asiduas a este espacio que queden por ahí: como sé que NI DE COÑA van a adivinar la identidad de ELLA, les propongo un reto... Si este post alcanza los 15 comentarios (eso es casi todavía más improbable), me comprometo en firme a enviar por correo, y de forma gratuita, una maqueta firmada de los wonderfulosos “UBI SUNT” con su tributo acústico (gran rareza mundial) a Radiohead al redactor del, al menos, comentario más surrealista y con la respuesta más descabellada.
¿El experimento? Ah, sí... con esto también me propongo refutar la teoría del tito Furu, que hace pocos meses afirmaba que “la presencia de tetas o glándulas mamarias en la foto que ilustra a una entrada de blog, incrementa exponencialmente su número de visitas y/o comentarios” (lo siento, chacho, no precisaste qué tipo de tetas...).
Ea, a la cama questarde...
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