Escena final de “Stalker” (Tarkovsky, 1979)
Estoy enamorado de tus ojos, mi querida amiga:
Son tan apasionados y luminosos...
Cuando, de repente, se quedan mirándome,
como si hubiera en ellos un soplo divino,
puedo entenderlo todo.
Pero también admiro algo más:
Tus ojos cuando están deprimidos...
Tus ojos cuando estallan inspirados
por el fuego del amor...
y poder ver a través de tus pestañas
cómo la sombría y ruda llamada del deseo se aleja...
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