AGRIA GEOGRAFÍA GIRATORIA
Es ya tarde
(justo cuando comienza a germinar
el primer “nunca más”…)
y alguien comenta, a viva voz,
que el anfitrión se ha quedado desparejado.
Como flotando, impulsado por una mano vetusta,
algo me dirige en busca del primer espejo
(con diligencia de piloto automático y
una añoranza, relicta, de rostro olfateado ya…),
y encaro (sonrisa estúpida) la tarea del
escrutinio de unas facciones descomunales; y grotescas.
Ya no le tengo miedo.
Ya no.
Si alguna vez se lo tuve.
Adentro todos están tristes, y yo… yo
emprendo mi carrera estúpida y estéril:
allá mi abrigo; unas llaves tras la puerta, y
todavía sus zapatos enmarcando el paragüero.
Bienvenido a casa…