domingo, 15 de agosto de 2010


LÁZARO

Si fuera tan fácil arrancarse la vida…
desabotonársela como una camisa sucia,
sudada, pegada al torso…

Tan cerca, tan cercada y tan certera la premonición.
¿Cómo no saberte tan ahí, cómo no escrutarte
el último acento, la última coma (aún sin verte)?
¿Cómo aún, si en las curvas de las vocales o
en la rigidez de las consonantes,
en las quebradas de los signos eras tú, tú siempre?
Si hubiera sido tan verosímil, tan obvio, ahora que no estás…

No vale un céntimo, nada pesa, no mancha ya, ni ahuyenta:
si fuera tan fácil arrendar un alma, coserla a la manga
como los dobles ojales…
entonces, quién sabe si entonces volverías a verme
con las pupilas de otros…