martes, 15 de diciembre de 2009


SIBERIANO

Lo mejor lo escribo con
las manos dentro de los bolsillos.
Así saboreo también con el
mayor de los deleites el néctar que sueño
atrapar en las comisuras.
Y el que me ofrecen derramo
(y lo que leo detesto, y avituallo y rearmo a
mis escuadrones de sílabas con pólvora MUDA).

Dormiría así, plácido, asidos los párpados
a telarañas y enjambres de tinta; la puerta
entreabierta y desnudo de luz mediocre…
Dormiría con la vista tan fija en la oquedad, domador
de fieras de bocas de vocales estridentes
(y armoniosas…).

Y al despertar, con el crepitar de la hoja emborronada
tan exultante (insultante) de sinsentidos
(pero certezas clamorosas),
la paz… y el golpe de gracia, y
el reclamo SORDO. La revuelta apaciguada.

15/12/09