jueves, 22 de enero de 2009


Fucking thursday...

“Chicos, aseguraos de ver MAR en una habitación bien iluminada...” es la entradilla de una de las series infantiles de “anime” que emite Cuatro poco antes de las ocho de la mañana, justo después de la reposición de la genial “Third rock from the Sun (Cosas de Marcianos)”, protagonizada por John Lithgow. Disidente y desobediente social, apago las luces para comprobar el por qué de dicha advertencia, y entonces me topo con una de las realidades que todos los meses de enero me dejan más triste aún si cabe (soy conocido en toda la comarca por mis “crisis invernales”, todo un clásico, oigan): Miguel ha vuelto, como todos los años, a podar los arbustos altos del jardín, justo enfrente de la ventana del salón, de modo que la luz que proyecta la farola se cuela irremisiblemente y hace inútiles todos mis misántropos intentos de refugiarme en la cueva en la oscuridad más absoluta para seguir “llorando” y gimoteando lejos de miradas indiscretas. No puedo reprocharle nada... ese sencillo y programado acto no hace más que darle VIDA al galán de noche, a los rosales. Pero él, abnegado y siempre voluntarioso, desconoce que también me la quita un poco a mí.

Hace unas horas tuve otra alucinación hipnagógica, y sólo pude reunir fuerzas para darle un grito a Dani y que entrara a mi habitación a recolocarme la pierna y el brazo, porque el dolor empezaba a resultar insoportable. Era el colmo de una noche “perfecta” (leer con sarcasmo), de un día perfecto que ha servido para poco más que para comprobar que las horas pasan demasiado deprisa cuando no las necesitas.

Afortunadamente, siempre quedan las persianas. Con ellas bajadas, empiezo a entender la advertencia de los personajes animados japoneses, y en la oscuridad más absoluta y reconfortante los “flashes” y las sucesiones de colores imposibles para mi vetusto tubo catódico me dicen que tal vez no había tanto de leyenda urbana en aquella noticia de los ataques epilépticos, los mismos que los propios “Simpsons” parodiaron en una de sus extravagantes aventuras televisivas.

Café con leche y tostada espartana sin tostar (cúlmen de mi desidia): Pepe Colubi le da un sonoro suspenso a “El Mentalista” en su sección de “El Jueves”. Vaya por dios...

PD teledirigida: “Quería estar con ella a toda costa... como amigo... pero ella NO quería...” (la madre de la mujer de 41 años apuñalada hasta seis veces por su ex novio cuando paseaba por la calle con ella. Ha sido dada de alta. Salvó la vida por la intervención de un empleado de Gas Natural y Wilson, un inmigrante que la refugió en su coche). Un NO es un NO. Hay que pasar página de una vez, todos y todas...
A vosotros: dejadlas en paz, joder ya.
A vosotras: nadie cambia... ni con pieles de cordero. Yo ya te lo dije...