domingo, 23 de noviembre de 2008


Pero qué maleducada...

- “Enfermera, se lo ruego... no me juzgue por el aspecto de mi slip-calzoncillo. Sería tremendamente injusto. Verá, sé que es difícil de explicar; sobre todo, teniendo en cuenta este tubo de plástico que acaban de insertarme en la tráquea, pero yo pertenezco, junto a unos buenos amigos, a una especie de sub-tribu urbana que considera que el gasto en ropa interior es superfluo... A ver, igual no me entiende, y yo no sé qué tipo de mujer es usted (bella, por supuesto, y apetecible, aunque no dude que cualquier mujer, en la situación que me encuentro en este momento, resulta llamativa...), pero afrontémoslo...

(... carga a 300... me cago en su puta madre, ¿pero cómo pollas se las ha apañado este tipo para acabar aquí de esta manera?... Llama a Sánchez, y dile que se traiga a Rodrigo... ¡venga, coño!)

- ...si un chico la invita a su apartamento, y usted acepta, lo más seguro es que acaben donde es previsible, ¿o no? Y, llegado el caso, yo pienso que lo más lógico es entrar directamente al contacto de los cuerpos desnudos, y deshacerse de todo lo que cubra lo antes posible. Verá, nosotros somos unos fanáticos de la higiene, nos gusta, por muy limpios que podamos estar, pasar por la ducha y el jabón brevemente antes de... bueno, ya sabe a qué me refiero... Abogamos por la desnudez desde ese mismo momento, por eso abominamos del gasto en lencería de moda, esa que llaman “sugerente”... O igual es de esas a las que le gusta desnudar a su pareja poco a poco, oiga, es lo mismo de respetable...

(... ¿cómo que no hay quirófanos disponibles y que no dan con el cirujano de guardia? Pero bueno, esto es increíble, ¡esto es increíble!... luego lo de todos los días, luego dirán los de arriba que no hay fundamento en las quejas... ¡joder! carga a 350... le vamos a terminar rompiendo las pocas costillas que tiene intactas...)

- ... pero no me diga, porque no me lo voy a creer, que la visión de un bóxer de saldo (eso sí, perfectamente limpio, aunque quizás un poco ajado) la iba a echar atrás. Insisto, me niego a creérmelo... Si está allí, si está en esa situación, no ha sido porque, previamente, fantaseara con las iniciales del calzón del tipo. Venga, pillina, lo que le ha atraído es otra cosa. Ya sabe, lo del “contenido” y el “continente”, jeje...

(... bueno, lo lamento muchísimo, pero hay que admitir que venía más para allá que para acá el muchacho... venga, Matilde, repóngase... sé que al principio cuesta, pero le quedan muchos casos como éste por ver... Tómese algo caliente y descanse, hace ya más de dos horas que acabó su turno...)

- ... oiga, que tampoco hace falta que me ponga esa cara, señorita (¿o señora?). Sólo es la gomita desgastada y un poco rota en la costura. El resto de zurcidos son perfectos. Y no deje de notar que es 100% algodón. Llegado el momento, ¿se le ocurre algún otro textil mejor que éste para trapillo del polvo? Mire, “polvo”, jaja, qué curioso... sale una asociación de ideas muy graciosa. Realmente la veo preocupada. Oiga no es para tanto, tampoco hace falta que se ponga así ni empiece con esos aspavientos... Espere, ¿por qué se va? ¿de verdad se cree que taparme entero con esta sábana es un trato igualitario? No me discrimine, señorita... pensaba pedirle que me acompañara a tomar un café cuando estos matasanos terminaran... en fin. Siempre lo mismo...".