QUE NO, QUE ÉSTE NO LO CIERRO...

Me toca profundamente la moral y hasta las notas bemoles de la conciencia tener que hacerlo, y en realidad no tiene ninguna excusa si me atengo a mi propia visión de la blogosfera, la que siempre he defendido (bueno, todos los planteamientos admiten ajustes, modificaciones "lógicas", supongo...). Me sé de más de un primo que me va a hacer "vudú" después de... y con toda la razón; pero es ésto o tener que cerrar un segundo blog, porque borrar comentarios después de publicados y expuestos, tampoco me parece una práctica demasiado "sana"...

Por motivos que se escapan (ay...) de mi control, tengo que habilitar temporalmente la odiosa "moderación de comentarios" para controlar cuáles ven finalmente la luz o, directamente, deshabilitar la opción de comentar...

Al tiempo que admito que con ello me doy un poquito más de asco de mí mismo (por esta encubierta forma de "censura" que instauro en mi propia casa virtual), aprovecho para decir que en casi tres décadas, tampoco había lanzado una "indirecta" tan contundente y tan "educada", y espero que tenga el eco y la respuesta adecuados, y sin daños colaterales.

Lo único que me consuela es que tampoco es que el volumen de opiniones y escritos colapsara mi disco duro...

Un saludo. Nos seguimos leyendo.