Ana y los comentarios...

Supongo que todos han llegado hasta el blog tras buscar "Ana Ibáñez Llorente" en Google (otros también han aterrizado de la misma forma buscando info sobre algún grupo o alguna letra, como Tulsa o Los Planetas).

El 12 de enero, dentro de la serie "Conozcamos la opinión de..." dediqué un post a Anita, mi amor platónico, la alegría de mis madrugadas de insomnio; era el segundo, puesto que ya me declaré tiempo antes a ella en otro post. Pensaba que estaba un poco majara al haberme "obsesionado" con una presentadora de noticias jovencita, novata (pero con un buen hacer increíble), que, para colmo, era rubia (no es mi arquetipo precisamente). Por un momento llegué a identificarme un poco con el Borbón Jr. e imaginaba que también él (aunque la versión oficial no lo aclara), suspiraba y babeaba en su día mirando a Letizia a través de la pantalla, imaginando que las miradas y los gestos que ella hacía tenían un destino, y era él. Se supone que todo fue más "higiénico" y formal, y los presentaron en una cena en casa de Pedro Erquicia; pero a mí me resulta más simpática mi visión del asunto...

Lo cierto es que, si yo estaba "majara", el mundo (y sobre todo, el mundo latino, y es que Ana está dentro del Canal Internacional) está lleno de majaras locos de amor por esta chica de la que apenas se sabe (si lo que hay en la red está referido a ella, en un listado de becarios, debe andar por los 25 o 26 añitos).

22 comentarios a día de hoy en dicho post, y un blog dedicado especialmente a ella (http://anatve.blogspot.com, que apenas se actualiza, supongo que precisamente por eso, por lo difícil de conseguir algo de ella). El más comentado en más de un año...

Ana, espero que si te buscas en Google (admitámoslo... todos lo hemos hecho), y te topas con este humilde rincón, comentes alguna vez. No somos "frikis" peligrosos y antisociales, con instintos psicópatas (hablo por mí al menos). Simplemente, hemos quedado encandilados por tu profesionalidad y por tu belleza. La belleza, ya lo dije, a veces es lo único que importa... o que merece la pena...