lunes, 2 de junio de 2008



Mis queridos “freones”:

Todavía recuerdo con nitidez aquella clase en la que os puse el mote... Estábamos en el Módulo 2 y acabábamos de ver la “Contaminación Atmosférica”. No parabais de dar la brasa y yo, haciéndome el enfadado, os lo espeté: “... vosotros no sois alumnos; vosotros sois FREONES, joder, que os dispersáis más que ellos...”.

Maca casi me obligó a llamar a la Academia para ofrecerme a impartir el curso (o parte de él, como finalmente fue). Y no podía hacerle el feo, a ella casi menos que a nadie, así que marqué el número a regañadientes, creyendo que la Junta de Andalucía no iba a aceptar mi currículum como formador (porque, os insisto: soy, como el que dice, aún un novato en estas lides). Pero me aceptaron.
Ni siquiera le había dicho nada a mi jefe de Cádiz, así que me vi en la tesitura de telefonearle para pedirle “permiso” y compatibilizar con la Consultoría estos 23 días que he estado con vosotros. Deseaba en el fondo que no me lo diera... pero me lo dio.

La primera mañana, la de la presentación, maldije todo lo maldecible en el camino de ida a Estepona. Dios santo, ¿cómo iba a hacerlo? El temario que me habían pasado (bien lo sabéis) era un desastre, así que las clases iba a tener que prepararlas casi a diario y de madrugada; magnífica “previa” antes de conducir 130 kilómetros para estar en la puerta a las nueve de la mañana.
La segunda mañana, maldije aún más en el coche, y en voz muy alta.
La tercera, no paraba de pensar que esto no estaba pagado (porque está relativamente mal pagado) con nada. Ya no maldije a viva voz, porque llovía (diluviaba) y lo suyo era ir atento a la calzada, claro. Pero lo pensaba, conste.

Pero me ibais “ganando”, malditos... Y yo no sé si yo a vosotros también...

Recuerdo que, la primera semana, me mirabais con una intriga propia del que no sabe por donde le van a salir. Si a la placita a hacer el tonto, si al “pasaje” a que nos echara la bronca la limpiadora, si al fondo de la clase para hacer estructuras de plastilina, si al cole de al lado a mirar a los “monstruos” en plena faena, junto con Maca. Apuesto (y no perdería) a que pensasteis que me había escapado de un Psiquiátrico...

Y luego, supongo, fue pasando lo que tenía que pasar... que nos llegamos a hacer casi “amigos” fuera del aula, en las paradas del cigarrito (esas que Antonio, de todos modos, siempre hace cuando él quiere aprovechando cualquier parada), en los desayunos que siempre se alargaban y en los cuales cada vez nos sumábamos más; en las antesalas, con el culo frío por el mármol y el desfile de mamás con mochila cruzando el paso de peatones... En la “penúltima”, en la playa de El Ángel, trasmutándonos en domingueros de pro y jugando a las asociaciones de ideas...

Mis “detractores” (los de mi método) me dirían ahora que un profesor no debe JAMÁS implicarse “tanto” en lo personal. Aparte de que la mayoría de mis “detractores” suelen ser unos gilipollas de cuidado que no distinguen la velocidad del tocino, yo pienso que nosotros nunca hemos traspasado unos límites razonables, y siempre hemos sabido compatibilizar, en estas ciento y pico horas, lo docente con lo humano. Todos somos adultos, y creo que lo hemos demostrado. Con creces.
Además, pido a ese tipo de “puristas” que hagan una revisión profunda del concepto de “Educación No-Reglada” y del de “Formación Profesional Ocupacional”, y que, por una santa vez, recuerden lo que aprendimos cuando nos preparábamos para ser Formadores de Formadores (valga la redundancia): existen los contenidos PROCEDIMENTALES y los ACTITUDINALES, que son los que deben primar en este tipo de formación en concreto; y no sólo y exclusivamente los CONCEPTUALES, los partes de asistencia llevados con estupidez marcial y los horarios que no admiten variación. Y existen (coño ya), las PERSONAS, sus problemáticas (¿se os olvida que vuestros alumnos están desempleados y vosotros, precisamente por estar frente a ellos, no?); existen los malos días y los días buenísimos. Y hay un momento para la risa, para el desenfado, del mismo modo que lo hay para la docencia pura y dura.
“¿No los evalúas?”. “Sí, a cada minuto de cada hora; y no necesito papel y bolígrafo...”.

Luego vino el cambio de horarios, y yo sólo os veía los lunes y los martes... Juan se fue, y vino Abraham. Luego se iría nuestra “baby” (Sandrita). Y el primer lunes, después del martes anterior, a la altura de San Pedro, clareando ya el día y circulando paralelo a la playa, una sensación de confort y de “buen rollo”, entre bostezo y bostezo, me recorre la espalda y me hace (oh, gran novedad...) SONREIR. Porque siento que voy a ver “a mi gente”, y porque quiero llegar y que sean ya las nueve. Quién lo iba a decir...

Soy “novato”, sí. Pero tampoco sois mi primer grupo... Y, hasta hoy, no me había visto en la necesidad de escribir algo así. Sé de sobra que os he enseñado muchas cosas “necesarias” sobre la Educación Ambiental. Partiendo de mi propia experiencia, excavando entre lo que tenía, lo que tengo, lo que me han enseñado a mí antes los mejores, y que quería daros a vosotros también. Porque, ya os lo dije, ésta es una labor GENEROSA. Y aún ahora, sin embargo, me queda la interrogante, la trágica interrogante: “¿les habré enseñado, les habré transmitido algo ÚTIL?”. Eso no me lo puedo contestar, ni vosotros ahora tampoco podréis hacerlo, seguro, porque será cuestión de tiempo y práctica que recordéis alguna vez al “barbudo” de Torrox y comprobéis si es así. Pero tengo paciencia. Y fe... sobre todo, mucha fe en vosotros y vosotras...

Vuelven las anécdotas, bombardeando... el “susto” de Toni y también su ceremonia del mate, la carta de “amor” de Raúl, los “fuá, fuá” de Rosa, las “isoflavonas” de Susana, el arte y el-estuche-bolso-que-de-todo-tiene de Juani, el termo de Isabel... la agudeza de Jose (relaciona la palabra “edificio” con los vegetales... “pues claro, Luismi... Primera PLANTA, segunda PLANTA, tercera PLANTA, y así hasta el ático...”; jajaja... esa ha sido mítica e histórica)... y muchas más que irán surgiendo y volviendo a la cabeza, seguro...

Sabéis donde tenéis al AMIGO y al profesor. Sé que a algunos y algunas os voy a seguir viendo aún cuando termine mi tarea en esa Estepona que se ha convertido en un lugar al que siempre se querrá volver. Y muchos pasaremos página, sí; pero la que está escrita, escrita se queda. Y creo que con buena tinta... ¿verdad?


Os quiere,
Luismi-Juanmi Palma, el de los Módulos 2,3 y 4. El “loco” de las dinámicas...

PD: Macarena... GRACIAS.

5 comentarios:

Juan Jiménez dijo...

Eres un crack. Te quiero tio. Aquí tienes un amigo forever. Cuidate y un abrazo bu-ru-tall. Juan

Anónimo dijo...

Y yo que te voy a decir...que siempre estare aqui...aunque creas que no estoy...siempre.
Y tendras uno,quince,mil y un millon siempre que lo necesites.

Anónimo dijo...

Bravo por ese luismi!! yo estoy plenamente segura de que les has enseñado mucho, y no de esas cosas que se aprenden en los libros si no de las cosas que se aprenden de corazon!!!enhorabuena!

macarena

Anónimo dijo...

Ay, dios mío, qué sería de nosotros sin gente interesante que se nos cruce en el camino, que nos plantee incógnitas (cómo vendrá hoy?), que despierte los sentidos (otra dinámica!?), que rete a la razón (esto es una labor apostólica), que mantenga vivo el recuerdo (dónde está el boletín?)... jejeje. Gracias por todo, Barbas, nos vemos...

Anónimo dijo...

Fué bonito, interesante y emocionante mientras duró..........mucha suerte en tu vida viva el arte!!! Papá Freón, el más freón de todos, jejeje
.........(a veces)
Tu hermana mayó.......la de las plantas.........Un besazo.
Ah! mantén ese airbag en buen estado de mantenimiento ein?:-)