martes, 19 de febrero de 2008

El loco de la casa (2)...

Por aclamación popular (o sea, de Furu, que es el único que se sigue pasando por aquí y comenta, y yo se lo agradezco enormemente...), desvelaremos el final de este entrañable y “capilar” episodio en la anodina y extraña vida de este humilde blogger...

Tengo que aclarar primero que la foto es de marzo de 2006, y que mi aspecto a día de hoy es radicalmente distinto (aunque no me exhibiré para no terminar de anular cualquier posibilidad que aún tuviera o tuviese de amancebarme).

Yo había llegado de Sevilla el día anterior bastante cabreado y frustrado (ella sabe por qué), y como el mosqueo me duraba aún aquel lunes, a la hora de la sobremesa decidí “fogar” lo antes posible. Como no me apetecía dejarme llevar por el tópico yanqui nº1 (tarrina de 1 kg de helado de chocolate con paquete industrial de Kleenex), me dejé llevar por el nº2 (“irme de compras”), seducido por un arrebato consumista que debo aclarar que, sin embargo, no me define para nada... Así que llamé a eibisi y al “calvo” y nos fuimos a dar un garbeo. Un par de horas después, yo había adquirido unas zapatillas escandalosamente caras (al menos, aún me duran) y el “calvo” unas lupas de sol exageradamente grandes. Eibisi aportó la “plancheta” de 24 botellines de Cruzcampo, a la vuelta. Y ese fue el principio del fin, creo...

Ya en “la cueva” (escenario del crimen), el tópico nº3 se adueñó de mi cerebelo y me dije “cambiemos de look”. Tras meses cuidando mis preciadas e indomables greñas, eibisi se fue a buscar el arma para perpetrar el delito. Yo empezaba a echarme un poco atrás, pero como el “calvo” no dejaba de beber ni de ofrecer para beber, seguí con mi particular sesión de “anestesia” chupando del cristal marronáceo. La foto del post anterior es mítica, puesto que corresponde a la primera “pasada de moto” (como bien la define el madrileño en su comment). Separar los labios del quinto y darme cuenta de que ya no había marcha atrás fue todo uno... Imagínense, simultáneamente, una imagen ralentizada del mechonazo cayendo al suelo, y ya está el drama montado.

Creo que cayó alguna lagrima al suelo... pero eibisi era tan feliz (lo que sujeta es mi coleta) y el “calvo” estaba tan calvo (y lo está), que en fin... “pelillos a la mar y al azulejo” debí pensar para auto-consolarme...





Esta fue la cara que se me quedó...

(apunte médico: observen la fractura del anular...)

Cuando la plancheta estuvo a punto de expirar, fuimos a por otra y a por algo de comer, y acabamos tirados en el salón enganchados al “Arkanoid” y al “Súper Mario”.
Ya no hemos vuelto a repetirlo. Nunca... Y todavía no sé por qué.

Dos semanas después volví a Sevilla. Pero eso ya es otra historia...

PD: Sé que no os importa que ponga las fotos. Ya han recorrido muchas otras pantallas, y siempre con unas sonrisas... Se os echa de menos...

1 comentario:

Anónimo dijo...

::: esas son las cosas de la vida que molan ... si no contamos como topico el tema del hardcore etílico yo hubiera ido directamente al topicazo 3 ( de hecho cada desengaño ha llevado un tattoo o un pirsin )pero como tiendo a la automutilacion no lo tengo en cuenta, jajaja

Por otro lao ese dedo roto me recuerda al mayordomo de scary movie 2, jajajajajaja, menos mal que todo pasa, jajajajaja