La gata SIN/CON dueño...

Conocí a una morena
que tenía la nariz muy chiquitina
y los ojos del color de veinte mares...

De veinte mares que navego, y no hay orilla
para decirte: “pesadilla”,
que tu mente y que tus curvas
al coloso arrebataron su poder...

Conocí a una morena
que bailaba en la montaña;
que la nieve se derrite a su pasar,
que los árboles miraban de reojo entre las cumbres
cuando ven a la morena galopar...

Eres la gata que ladra a los perros
y que asusta con una mirada...
mi melodía se pone corbata
si ve a la morena llegar...

Conocí a una morena
que revienta las mañanas
con las botas de su suerte al caminar...
las aceras, plastilina...

Y en sus pasos desafina dulcemente
“pa” que yo pueda afinar...
y ni afino ni “ná” de “ná”...

Eres la gata que no tiene dueño
y que asusta con solo mirar...
mi melodía se abre de patas
si ve a la morena llegar...


(Letra de la canción “La gata”, de Alberto Romero “Albertucho”)

PD: Para ti que, en el fondo, también estabas allí...