martes, 15 de mayo de 2007


De cuando vayamos cogidos de la mano...

Cuando le dejes (porque le vas a dejar tarde o temprano, y lo sabes; o él te terminará abandonando...) quizás quieras pasarte por casa, o llamar a mi teléfono para saber por dónde ando; hasta puede que seas tú quien se decida a dar el primer beso en la boca...

Porque nada es para siempre. Nada. Tampoco lo nuestro lo será. Y eso lo sabes, y yo lo sé también. Pero al menos, partiremos desde un mismo punto.

Nada es para siempre. Y por eso, quizás yo ya no te esté esperando entonces. Quizás tú ya me estás esperando ahora, pero no te quedas fija ni inmóvil en un punto para dejar que me acerque...

No. Nada es para siempre. Ni este dolor que sentía, ni este ansia por culminar las sequías. La edad ya nos lo va confirmando poco a poco...

Luego, cuando vayamos, sin miedos, sin prejuicios, cogidos de la mano, te dedicaré una mirada y la mayor de las sonrisas.

(Foto: milmillones.net)

1 comentario:

Desesperada dijo...

no, nada es para siempre. pero disfrutarlo mientras lo tenemos es mágico.