sábado, 25 de diciembre de 2010



MUDOS

Nosotros, que somos hombres
que convivimos con otros hombres
que miden con pasos y que
guardan en sus ojos y su mirada esquiva
(y desconfiada)
toda la hondura de los océanos que navegan
las retinas de otros hombres
(tal vez nosotros…).

Hombres que huyen con esos grandes pasos
de toda innecesaria ternura, y
hasta de cualquier golpe de suerte
(jamás casual)
que no rompa madre.

Nosotros, que no sabemos leer los renglones
de las borrascas, ni conocemos el nombre
de los riscos, ni el apellido o el apodo
(siquiera el apodo)
de las nubes de viento…
… también convergemos
(¡qué otra salida existe!)
en las mismas sendas; siempre.

Que todos, al cabo, nos pasamos la vida
midiendo distancias desde un punto, y sólo
declamando
(con voz queda; o agrietada)
los mismos versos que unos leen
otros escriben…
otros intuyen…
… pero todos saben que laten.


20/12/10