LA CARESTÍA
¿Cómo sonaría un disparo
en la oquedad de tu alma,
de tu esternón, de tu músculo inconstante ?
Donde guardas y alimentas el vacío, no hay nada,
nada resuena; salvo mis pasos y los cristales.
El hombre dispara. Huye la presa. El hombre huye.
Dispara la presa…
y nada resuena en la estepa de tu tórax.
En la oquedad de tu alma.
¿Cómo sonaría un disparo
en la oquedad de tu alma,
de tu esternón, de tu músculo inconstante ?
Donde guardas y alimentas el vacío, no hay nada,
nada resuena; salvo mis pasos y los cristales.
El hombre dispara. Huye la presa. El hombre huye.
Dispara la presa…
y nada resuena en la estepa de tu tórax.
En la oquedad de tu alma.