miércoles, 26 de marzo de 2008


LUCIÉRNAGAS

Mi ángel.

Cuida que el viento
no te arrastre entre sus brazos.

Cuídate de mis ojos
que te miran, que te hablan
como mudas gotas de lluvia.

Cuida que tu velo no me envuelva,
que no me prende de ti,
que no me oculte de mí.

(Enero de 1999)

PD: Has vuelto, quién sabe por cuánto tiempo esta vez... Pero la luz brilla de nuevo entre tanta oscuridad; y merece la pena.

No hay comentarios: