miércoles, 5 de marzo de 2008


Elecciones dosmilsiempre...

Se vende, se vende; se alquila.
Todo está en venta.
Nosotros mismos somos mercancía, y la transacción es, sencillamente, inevitable.

“El mármol”, el amigo de mis tíos, una de esas personas que, afortunadamente, marcan tu infancia, vuelve al local del “Chato”. Y ha pasado tanto tiempo que a día de hoy, su hijo y yo jugamos juntos en el mismo equipo de fútbol-sala... Me confiesa, entre tercios de Cruzcampo y cafeses cortados, que “le gusta volver, necesita volver, para volver a ser ‘El mármol’ por unas horas; porque le echa de menos”. Salva, “El mármol” ha alquilado una parcela de sí mismo porque no le quedó más remedio. Pero para él hay aún vuelta atrás, aunque sólo sea de vez en cuando. Doy fe. Algunos no nos podemos permitir tanto...

Y se vende, se sigue vendiendo, se sigue alquilando. Pero, ¿quiénes compran, quienes rentan? Algunos nos creímos el bulo de que ellos no iban a fallarnos nunca, pero los bolsillos están secos, tan secos...

Y, de repente, como si jamás hubiese estado presente, como si no lo hubiésemos tenido todo el tiempo delante de nuestras narices, descubrimos el “trueque”. Y yo no pierdo, y siempre gano, y tú me das y yo no dejo de darte, y prendemos fuego a las terribles escrituras imaginarias que nos atan y las cambiamos por un hilito de humo de cigarrillo que se mueve entre montura y montura, y nos partimos los fósforos a medias... La risa cuando es, en la otra banca, lo “funesto”, aunque tú quieras apropiarte de ese don que tanto cuesta asumir a las espaldas... Y los garabatos que, mira tú, ¿lo ves?, pueden llegar a crecer hasta alcanzar a ser párrafos cuando es, en el otro lado del despacho, la instancia y el papel con membrete inmaculado.

Y quitamos juntos los carteles anaranjados, los carteles amarillos e idiotizantes, los verdosos... yo no vendo; yo no alquilo, y a ti, mira, tampoco te hace falta, de veras...

Vamos a fundar el PLM (“Partido del Lomo en Manteca”), y nos vamos a reír de todos los especuladores; ya me animé, ya fuiste capaz de ilusionarme... Y es que pocos saben, salvo nosotros, un lunes como otro cualquiera, que la base de la felicidad es tan evidente como un estómago bien desayunado, y en buena compañía...
No se lo digas a nadie... esto se queda entre tú y yo, los chicos de los apellidos criollos...


PD: For Macarena, una de esas (benditas) personas que consiguen hacer del trabajo una actividad ilusionante y mucho más llevadera...

1 comentario:

Anónimo dijo...

a fin de cuanetas de eso se trata, de una pizca de ilusion, de ver un rallito de luz al final del tunel, de lidiar a la vida con pequeñas sonrisas, de sobrevivir.

El PLM sin duda un gran partido, como bien dices el estomago lleno y la buena compañia es seguro de un buen comienzo, en estos tiempos tan inciertos me quedo con los buenos a comienzos y espero mejores finales, ¿por que no?

Un beso y mil gracias por tus letras, me hicieron empezar el dia con una sonrisa y creeme para mi es muy importante!

Macarena